miércoles, 22 de marzo de 2017

SÍSIFO - TIZIANO


Sísifo era rey de Éfira (antiguo nombre de Corinto) y por revelar que Zeus había secuestrado a Egina, el dios griego le castigó en el Hades a hacer rodar con su cabeza y empujando una gran roca cuesta arriba, que continuamente se precipitaba hacia abajo.
Es un tema frecuentemente representado como metáfora del esfuerzo inútil del ser humano. El pintor Franz von Stuck tiene una obra homónima de 1920.


Curación del ciego - Duccio Buoninsegna






Curación del ciego de nacimiento. 1310. Duccio di Buoninsegna
Temple y oro sobre tabla. Medidas: 43,5cm x 45cm.
National Gallery. Londres

Para el cuarto domingo de Cuaresma, que nos presenta el signo del ciego de nacimiento, volvemos a escoger otra tabla de la predela de la Maestá, encargada por el Duomo de Siena al artista del Trecento italiano Duccio di Buoninsegna, perteneciente actualmente a la National Gallery de Londres.

La escena se centra en el encuentro de Cristo con el ciego, al que pone el barro en sus ojos. A la derecha, el ciego se vuelve a la piscina de Siloé para lavarse, tras lo cual recupera la vista. Por su parte, un grupo de discípulos contempla la escena desde la izquierda

San Ambrosio de Milán, en su Epístola 80, comenta que la carne de nuestro barro recibe la luz de la vida eterna mediante el sacramento del bautismo. Efectivamente, este signo tiene una relación muy estrecha con el sacramento del bautismo, tanto por lo que supone la iluminación del alma creyente, como a causa del proceso que lleva a la fe y, en consecuencia, al bautismo. Estas son las palabras de san Ambrosio:


Has escuchado, hermano, la lectura del evangelio, en la que se narra que, al pasar el Señor Jesús, vio a un ciego de nacimiento. Ahora bien, si el Señor lo vio, no pasó de largo: por consiguiente tampoco nosotros debemos pasar de largo junto al ciego que el Señor juzgó no deber evitar, máxime tratándose de un ciego de nacimiento, detalle éste que no en vano el evangelista subrayó.

Porque existe una ceguera que reduce la capacidad visual y es ordinariamente provocada por una enfermedad; y existe una ceguera causada por una exudación humoral y que, a veces, suprimida la causa, es también curada por la ciencia médica. Digo esto para que te des cuenta de que, la curación de este ciego de nacimiento, no es fruto de la habilidad médica, sino del poder divino. En efecto, el Señor le hizo don de la salud, no ejerció la medicina, ya que el Señor Jesús sanó a los que ningún otro consiguió curar. Corresponde efectivamente al creador rectificar las deficiencias de la naturaleza, puesto que él es autor de la misma. Por eso añadió: Mientras estoy en e mundo, soy la luz del mundo. Que es como si dijera: todos los ciegos podrán recuperar la vista, con tal de que me busquen a mí que soy la luz. Contempladlo también vosotros y quedaréis radiantes, de modo que podáis ver.

A continuación, una pregunta: ¿Qué sentido tiene que quien devolvía la vida con imperio y proporcionaba la salud mediante una orden, diciendo al muerto: Ven afuera, y Lázaro salió del sepulcro; diciendo al paralítico: Levántate, coge tu camilla, y el paralítico se levantó y comenzó a transportar su propia camilla, en la que era llevado cuando tenía dislocados todos sus miembros? ¿qué sentido tiene, vuelvo a preguntar, el que escupiera e hiciera barro, y se lo untara en los ojos al ciego, y le dijera: Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado); y fue, se lavó, y volvió con vista? ¿Cuál es la razón de todo esto? Una muy importante, si no me engaño: pues ve más aquel a quien Jesús toca.

Considera al mismo tiempo su divinidad y su fuerza santificadora. Como luz, tocó y la infundió; como sacerdote y prefigurando el bautismo, llevó a cabo los misterios de la gracia espiritual. Escupió, para que advirtieras que el interior de Cristo es luz. Y ve realmente, quien es purificado por lo que procede del interior de Cristo. Lava su saliva, lava su palabra, como está escrito: Vosotros estáis limpios por las palabras que os he hablado.

El que hiciera barro y se lo untara en los ojos al ciego, ¿qué otra cosa significa, sino que debes caer en la cuenta de que es uno mismo el que devolvió al hombre la salud untándole con barro, y el que de barro modeló al hombre? ¿y que la carne de nuestro barro recibe la luz de la vida eterna, mediante el sacramento del bautismo? Vete también tú a Siloé, esto es, al enviado del Padre, según aquello: Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. Que te lave Cristo, para que veas. Acude al bautismo: es el momento oportuno. Acude presuroso, para que puedas decir: Fui, me lavé y empecé a ver; para que también tú puedas repetir: Era ciego y ahora veo; para que tú puedas decir como dijo aquel inundado de luz: La noche está avanzada, el día se echa encima.

Jesús y la samaritana en el pozo - Giovanni Francesco Barbieri - Museo Thyssen





 El encuentro entre Jesús y la samaritana aparece recogido sólo en el Evangelio de san Juan. Jesús, de camino a Galilea, llegó a la ciudad de Samaria, Sicar, y mientras los discípulos se acercaron a la urbe para comprar provisiones, Él se sentó a descansar junto a una fuente. Al pozo se acercó una mujer para sacar agua a la que Jesús pidió de beber. Ésta, ante este hecho sorprendente, le preguntó cómo un judío le pedía agua, cuando samaritanos y hebreos no se trataban. La mujer, que había tenido cinco maridos y vivía con un hombre, como registran las palabras de Cristo en el pasaje, inició un diálogo con el Salvador que asombró a los discípulos cuando éstos regresaron de la ciudad, ya que no era costumbre entablar conversación con mujeres desconocidas. Este episodio, al pie de un pozo, donde se habla del agua del bautismo, ha simbolizado, entre otros aspectos, la conversión de los gentiles por la palabra.
El tema de Cristo y la samaritana aparece mencionado en tres ocasiones en el Libro dei conti del Guercino, registro de pinturas y encargos con sus pagos correspondientes que llevó hasta su muerte, en 1649, el hermano del pintor, Paolo Antonio, y que algún miembro del taller continuó tras su fallecimiento. La identificación de la obra del Museo Thyssen-Bornemisza en este documento fue sugerida por Carlo Volpe en una carta y recogida por primera vez por Gertrude Borghero en los catálogos de la Colección. Esta pintura se ha identificado con la descrita en el asiento 216 del libro de cuentas, que fue pintada para Giuseppe Baroni de Lucca y por la que pagó cien ducados. Este cliente pagó la obra fraccionadamente, abonando el 22 de marzo de 1640 treinta ducados y el 14 de noviembre del mismo año setenta. En ambos momentos se utilizó al mismo intermediario, Lorenzo Paoli. La pintura que figura en este libro de cuentas con el número de asiento 254, por la que se abonó también cien ducados y que perteneció al abad Bentivoglio, es la versión que de este mismo tema se conserva en Ottawa, en la National Gallery of Canada y cuyo pago se efectuó el 29 de mayo de 1641. La tercera obra con el tema de la samaritana registrada en este libro de cuentas fue realizada para Girolamo Panesi, y se ha identificado con el óleo de la colección del Banco di San Geminiano e San Prospero en Modena.
La tela del Guercino recoge un momento del diálogo entre Cristo y la samaritana. Las figuras, de medio cuerpo y en primer término, se agrupan en torno al brocal del pozo donde ha acudido con su cántaro la samaritana. El encuentro, que tiene lugar a las afueras de la ciudad, se envuelve en un sereno paisaje donde el celaje adquiere, con sus nubes deshilachadas horizontalmente, un protagonismo notable. El óleo pone de manifiesto la maestría del Guercino en el dominio del lenguaje de los gestos y de las expresiones, como la mirada que irradia la mujer hacia el desconocido que le habla y la postura de Cristo, especialmente expresiva al buscarse su perfil, y acentuar su presencia con el movimiento y el ademán de su mano derecha. En la composición, equilibrada y con notas clasicistas, no se descuida el tratamiento de elementos secundarios como el cántaro, la cuerda, el gancho o las piedras del brocal del pozo, donde se busca la calidad. Tampoco se olvida la textura, en los paños que cubren a las figuras y que se tratan de forma realista.
Los personajes, concebidos con fuertes dosis de idealización, corresponden a tipos que, como en el caso de la samaritana, fueron empleados por el pintor en otras composiciones. Entre los ejemplos más llamativos donde repitió este modelo se encuentra la Virgen de la pintura de la iglesia de San Martino en Senigallia.
La pintura entró en la colección Thyssen-Bornemisza en 1976, procedente de la colección del marqués Paolo dal Pozzo en Milán.

LA PRIMERA PIEDRA. Salomé Arricibita

Sin brazos, sin piernas (No arms, no legs) - Español (Spanish)

La Ultima Cena La Crucifixión Y La Resurrección (Película Completa)

jueves, 2 de marzo de 2017

EVANGELIO ILUSTRADO PARA NIÑOS

EVANGELIO ILUSTRADO PARA NIÑOS.

CUARESMA

10 DETALLES SOBRE EL CRISTO CRUCIFICADO DE VELÁZQUEZ

Resulta siempre sorprendente y enriquecedor encontrarse con obras artísticas que forman parte del patrimonio cultural y espiritual de la Iglesia. Sabemos que el Espíritu Santo ha llenado de gracias la vida de todos los cristianos de la historia. Muchas veces esos dones han quedado patentes por medio de las obras de arte. Los misterios de nuestra fe y la sensibilidad personal de tantos creyentes han permitido mostrar de manera acentuada diversos ángulos del misterio de Dios. Tal es el caso del famoso cuadro conocido como el Cristo de Velázquez. Aunque el pintor haya hecho solo seis obras de temática religiosa, es sorprendente la profundidad y la piedad que alcanza en esta obra. Dejémonos cautivar por esta representación y permitamos que nos toque el corazón para vivir la Cuaresma que recién empezamos. Tal vez un breve análisis de sus características principales basten para eso, pero será mejor aún si para ello nos servimos de algunos versos de aquel famoso poema de Miguel de Unamuno titulado: «Sobre el Cristo de 
Velázquez».


























Se sabe que el cuadro fue pintado en 1632 por el sevillano Diego Velásquez. Hoy se encuentra en el Museo del Prado. Quien lo ve queda inmediatamente cautivado por la intensidad de la imagen. Influenciado por el tenebrismo de Caravaggio, Velásquez se concentra en resaltar la luminosidad del cuerpo de Cristo en fuerte contraste con el fondo oscuro. La luminosidad de la entrega y del amor hasta el extremo aparece triunfante sobre la oscuridad de la muerte. Encandilado por la luminosidad dice Unamuno en su poema: «Blanco tu cuerpo está como el espejo del padre de la luz». Por Cristo, incluso muerto y crucificado, accedemos al rostro del Padre, el rostro de la misericordia infinita.

Cristo aparece ya muerto, pues tiene la herida de la lanza que fue clavada en su costado. El cuerpo se muestra absolutamente rendido. Los ojos están cerrados como dando su perdón. Unamuno se atrevió a decirle al Señor: «Miras dentro de Ti, donde está el reino de Dios; dentro de Ti, donde alborea el sol eterno de las almas vivas». Sus ojos cerrados y su silencio pueden convertirse en una invitación a trascender nuestra mirada superficial y contemplar el misterio de su corazón. Un corazón que tiene sed de almas y que es representado solitario, incluso sin las personas que lo acompañaron en ese momento.Resulta difícil ver su soledad y no sentirse movido a acompañarlo.
La cabeza está tendida hacia adelante como descolgada, pero en ese gesto de incapacidad se esconde la posibilidad de una mayor cercanía con el creyente, es decir, la condescendencia y el abajamiento por amor se representa incluso físicamente. El misterio de la encarnación del Verbo es llevado hasta sus últimas consecuencias y se hace patente la radicalidad de ese misterio. Con mucha agudeza sobre ese punto afirma Unamuno que en la cruz «vela el Hombre que dió toda su sangre por que las gentes sepan que son hombres». El poeta fue capaz de gozar esa certeza que más adelante predicó Juan Pablo II cuando afirmaba que vale la pena ser hombre porque Dios se había hecho hombre.
Finalmente resulta provechoso meditar en torno a la lumbre que rodea la cabeza del crucificado. En una luz que remite a la transfiguración se revela el misterio de la esperanza humana. La vida definitiva está incubada en el gesto más grande de amor. Conmovido por esto, Unamuno dijo, seguramente emocionado: «Los rayos, Maestro, de tu suave lumbre nos guían en la noche de este mundo ungiéndonos con la esperanza recia de un día eterno».
Que en esta cuaresma que comienza podamos vivir lo esencial de la vida y de nuestra fe. Que podamos convertirnos, es decir, volver nuestras vidas hacia Jesús pasando de la muerte a la vida por medio del amor y que podamos decirle desde lo más profundo con el poeta: «Mis ojos fijos en tus ojos, Cristo, mi mirada anegada en Ti, Señor!».





Arte y Religión: El Cristo Crucificado de Velázquez

15 PELÍCULAS SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE DEBERÍAMOS VER



15 películas sobre la inteligencia emocional que deberíamos ver


1. Robots: caer en la cuenta de las necesidades de los otros a través de la empatía, es el primer paso para poder ayudarlos.

2. Colegas en el bosque: confiar en los demás nos da seguridad y nos ayuda a superar las dificultades. Cuando trabajamos unidos por un mismo objetivo conseguimos resultados sorprendentes. 

3. El emperador y sus locuras: para superar un miedo tenemos que confiar en las personas que nos ofrecen su ayuda. También nosotros podemos ayudar a los demás a superar sus temores.

4. Chicken Little: en nuestra vida hay muchos motivos para el entusiasmo y la ilusión. Afrontar la vida con optimismo ayuda a superar las dificultades y generar alegría a nuestros alrededor.

5. Señora Doubtfire: cuando hacemos algo mal nos sentimos culpables. El perdón ayuda a superar la culpabilidad y nos da la alegría de poder empezar de nuevo.

6. Buscando a Nemo: querer a los demás hagan lo que hagan, es sentir un amor incondicional. El amor incondicional se preocupa por el bienestar del otro sin esperar nada a cambio.

7. Pocahontas: incluso en las situaciones más complicadas es posible encontrar gozo y esperanza. A veces, hay que tomar decisiones difíciles que, a la larga, nos darán felicidad.

8. Up: hay personas a las que admiramos e imitamos. Muchas de las cosas que hemos aprendido las sabemos porque alguien a quien admiramos nos las enseñó.

9. Lluvia de albóndigas: cuando los demás nos acogen y nos aceptan tal y como somos, crecemos enautoestima y ganamos seguridad para realizar nuestros sueños.

10. Del revés: las 5 emociones básicas (alegríatristezairamiedo y asco) gobiernan el cerebro de Riley. 

11. Wall-E: un robot nos ayuda a profundizar en la comunicación no verbal a través de las expresiones y gestos que utiliza para comunicarse.

12. Hermano Oso: que importante es perdonarse y reconciliarse. Esta película nos lo permite comprender.

13. Ratatouillees una película ideal para hacer ver a nuestros alumnos que "cualquiera puede cocinar", que cualquier puede crear si se lo propone. Podemos trabajar con nuestros alumnos el valor de creer en uno mismo.

14. Cómo entrenar a tu dragónuna película que nos da la oportunidad de trabajar la diversidad y de reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos. Durante toda la historia el valor de laamistad está muy presente, así como la capacidad de aprender a confiar en los demás.

15Los Croods: esta película se centra en el valor de la familia y en la posibilidad de hacer las cosas de un modo diferente, de atreverse a cambiar y de conquistar nuestros miedos.

CUARESMA

LAS TENTACIONES DE JESÚS